En la escena inicial de El Chorro de sangre, mientras una pareja
se jura amor eterno (de manera repetitiva y mecánica), llueven sobre el
escenario partes del cuerpo humano. En este trabajo pretendo demostrar que
Artaud pensó esa lluvia de extremidades desde una recepción sensorial. Es
decir, la estrategia del disjecta membra
responde a su concepción de un teatro de los sentidos que, como lo señala en El teatro y su doble, busca provocar una
“revolución del espíritu”. Si el cuerpo es espacio de las luchas entre un
“interior” libre y caótico, y las presiones “exteriores”, sociales, la fragmentación
revela la energía excedente del ser humano por sobre esos controles, la
capacidad de resistencia y superación. Para expresar esa resistencia, Artaud
apela a la carnavalización del cuerpo que, como lo afirma Bajtín, produce una
serie de transgresiones en tanto crítica y resistencia. Así, el cuerpo
desmembrado trae a la superficie los miedos y tabúes sobre la muerte, la unidad
del cuerpo humano y la inviolabilidad del cadáver. Se concluye que interpretar
la lluvia de extremidades humanas requiere comprender El chorro de sangre como la puesta en escena de los principios surrealistas
de subversión y desmoralización y, al mismo tiempo, que el cuerpo como objeto
central de la representación carnavalesca problematiza tópicos filosóficos como
la percepción y la existencia del ser.
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